Te llevo en la piel.
Su risa
es espectáculo.
Y su
boca preciosa.
Como
para no mirarla. Qué queréis.
Y aquí
está, ahora y siempre.
Como
siempre.
Es
parque, con toboganes.
Es
cielo, con infinitas estrellas.
Es
sueño sin dormir.
Es
precipicio antes de caer.
Es
Ella. No es descriptible en una mierda como ésta.
Si la
conocierais, conoceríais lo que es la vida; el amor.
Lo que
son los suspiros y las sonrisas, el amor de madrugada y los buenos días sin
café.
Que
para café ya está Ella, coño.
Y yo,
un simple corazón con piernas, te vengo a decir que eres la suerte más bonita
que he conocido en la vida.
El
rincón donde me quedo a vivir.
Y qué
me vas a contar a mí de amor que yo no sepa.
Es que
Ella es amor, y lo sé todo sobre Ella.
Una
hora de camino entre tu vida y la mía, pero coses todas las noches hilos de
felicidad infinitos entre tu boca y la mía.
Joder,
es que si yo no tengo ganas de vivir, Ella me da las suyas.
¿Qué no entendéis?
No hace falta más palabrería.
Aunque podría escribir un libro de sus gestos
y secar sus dudas tendiéndolas al sol.
Y si
tropiezo, ella no me levanta, se tira encima de mí, y me hace cosquillas. Y eso
es amor.
No me
voy a parar a contaros nada;
simplemente os diré que contemplarla es maravilla,
y tiempo ganado al tiempo.
Es
viernes, y sábado; Ella digo.
Y es
vino y canciones, y mariposas, y mar,
y todo lo bonito de la vida.
Es
ruido puro. Y vida en mi.
Latidos
y manos, y abrazos grandes.
Es yo.
Ella es
mi persona favorita.
Mi
musa, y mis pasos.
Manos,
pies y ojos; en días de lluvia y alcohol.
Yo,
inherente al negro, la despierto por las noches para que me pinte de su color
preferido.
Es que, ¿sabéis qué pasa? que es camino.
Y me saca a bailar cuando llueve,
y me llena las copas medio vacías.
¿Sabéis
las drogas duras? Pues Ella riendo. Y todo se pasa.
Y me envicio, y entro en
bucle. En su bucle.
Su culo
es miel. Sí, sí, lo que leéis. Es miel.
Y cada paso que da inventa un sonido
nuevo.
Y las hojas de los árboles suspiran cuando pasa.
Y el cielo se inventa mil colores, y canta canciones para Ella.
Parece de mentira. Pero es mía.
Ella me
agarra la mano cuando el miedo invade mi habitación y
apuñala
a mis monstruos a sangre fría, para que los hijos de puta no vuelvan.
La
quiero como el sol a la mañana y me cuelgo en su cuello cada vez que quiero
soñar.
Pestañea
y el mundo se para; y no puedo ni quiero latir sin ti.
Eres el
motivo de que me levante, pie derecho o izquierdo, pero a paso firme cual
estrella.
Sí, tú.
Impar,
par, bisiesto, fiesta, domingos, y resacas; tú. Mi droga.
Mejor lo dejamos en empate; ya me entiendes.
Véndeme tu futuro a cualquier precio,
que pago lo que sea por quedarme en ti.
Y yo no
la quiero por encima de cualquier pero. NO.
Yo es
que la amo por encima de cualquier pero.
Porque
amar es más que querer.
Y no sé
que hay más que amar, pero ahí está Ella.
Que me
come a besos con sonrisas y me canta canciones cuando me mira.
Y eso,
cabrones, eso es amor.
Del
bueno.
Del que
dura toda la puta vida.
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